En un despliegue de valor y solidaridad, Guadalajara se vistió de gala para la carrera de bomberos, un evento que trascendió el deporte para convertirse en una fiesta. Con el sol como cómplice, 400 valientes tomaron las calles, cada dorsal representando un corazón latiendo al unísono por una causa común.

Con Gabriel, un guerrero de luz de Nipace, navegando el asfalto en su nave Joëlette, escoltado por dos bomberos. Su travesía fue la posibilidad a la participación sin barreras.

Mientras tanto, 11 bomberos desafiaron el recorrido con su equipo de trabajo diario de unos 25kg de peso.

La carrera no fue solo un medir de tiempos,  Sin embargo, en el espíritu de la competencia, Israel Ropero y María Lorenzo se coronaron en la distancia de 5 km, con marcas de 17’08’’ y 21’40’’ respectivamente. En  10 km, Javier Rosado y Aliengue del Olmo se alzaron victoriosos, marcando el ritmo con 34’45’’ y 42’10’’.

Y en la categoría de los bomberos, Francisco Moya emergió como el campeón, con 39’25’’ , seguido por los valientes José Manuel Castrejón y Ricardo de Diego.

Así, la carrera solidaria de bomberos se convirtió en un recordatorio de que podemos alcanzar cualquier meta, sin importra el peso que llevemos sobre nuestros hombros.